INTI Maderas y muebles desarrolló un reglamento de construcción con maderas argentinas. Los especialistas explican el potencial del material como recurso sustentable y económico.
La madera es un material renovable, fácil de trabajar, anti-sísmico, resistente, con baja conductividad térmica y permite un alto grado de pre-fabricación. Todas estas cualidades abren un potencial de desarrollo dentro de la industria de la construcción que en Argentina es incipiente.
En Europa, Australia y Estados Unidos, las construcciones madereras son sinónimo de obras rápidas y de calidad; mientras que en nuestro país este material está asociado a la precariedad. Ahora, profesionales de INTI Maderas y Muebles trabajan para generar un cambio cultural y colaboran con la industria maderera y los organismos públicos en el desarrollo de políticas aplicadas al sector. En ese contexto, INTI-CIRSOC elaboró un reglamento de construcción con las maderas nacionales (en período de discusión pública nacional) que hará más fácil la presentación de proyectos y considera a la madera como un material tradicional.
“En el inconsciente colectivo está instalada la idea de que la construcción en madera es sinónimo de viviendas débiles o para sectores carenciados. La realidad es que se trata de un recurso válido para construcciones seguras y de calidad”, asegura el arquitecto Gonzalo Campos, coordinador del área de construcción con madera del INTI. El especialista destaca que los costos son similares a los de una construcción tradicional, aunque logrando el cambio cultural, debería ser más económica la madera.
Campos despeja dudas sobre algunos mitos en relación a las casas de madera:
Mantenimiento: Es similar al de una construcción de material.
Clima: Cualquier región del país es apta para este tipo de construcción, ya que la madera tiene un tratamiento previo dependiendo de la zona donde se utilizará.
Fuego: El riesgo de incendio es el mismo en cualquier tipo de vivienda, lo importante es que la estructura de tiempo a evacuar. La madera permite a los bomberos calcular el daño rápidamente con una inspección ocular.
Insectos: Debajo del 19 % de humedad, la madera es inmune al ataque de insectos xilófagos y hongos.
Aislación: Una de sus grandes ventajas es su gran aislamiento térmico y acústico. Son eficientes en cualquier clima.
Según Campos, la madera que se podría utilizar intensivamente en la construcción proviene principalmente de bosques de pinos, eucalipto y álamos forestados. Para el especialista, una manera de promocionar el material sería construir obra pública con madera en las provincias productoras. Junto con la UOCRA, el INTI organiza cursos de capacitación para formar mano de obra, una “pata” que no puede faltar.
Por: POR PAULA BALDO – Pbaldo@clarin.com
Fuente: Clarín Arquitectura