Los profesionales de CADAMDA – La Cámara de la Madera – explican por qué el uso de la madera en el ámbito educativo aporta beneficios concretos para la salud y el medioambiente. Se trata de una tendencia mundial que abarca cada vez más escuelas y centros educativos – de todos los niveles – que eligen una forma sostenible de construcción, con foco en la captación de carbono, relación simbiótica con el entorno y uso de materiales amigables con el medio ambiente, reciclables y reutilizables.
La construcción sustentable con madera ha llegado para quedarse. Ya son incontables los proyectos que tienen a la madera como eje constructivo principal. Edificios y rascacielos cada vez más altos, seguros y confortables. Puentes, satélites, vehículos, combustibles, ropa, calzado, energías alternativas… los usos y aplicaciones de la madera y sus productos derivados parece no tener fin. En tal sentido, si pensamos en dejar a las próximas generaciones un planeta lo más sano posible, la clave radica en proporcionarles los conocimientos – y sobre todo el respeto – por el medio ambiente y el entorno, para que reconozcas los recursos y su correcta utilización. La escuela es el primer peldaño y en el mundo de hoy, las escuelas de madera son el paradigma en este sentido.
Efectivamente, todas las pruebas realizadas muestran que los estudiantes en las escuelas de madera se sienten más tranquilos, se concentran mejor y son más creativos que los estudiantes de otras escuelas. Estudios internacionales demuestran que el entorno educativo influye directamente en el bienestar y capacidad de aprendizaje de los alumnos. También aumentaría su productividad, rendimiento, imaginación y hasta dormirían mejor.
La madera que rodea a los estudiantes les proporciona un entorno de aprendizaje más sano y feliz. Diversos estudios confirman que los alumnos simplemente se sienten mejor y pueden concentrarse mejor en las escuelas de madera. Bajan los niveles de estrés y se reduce el ritmo cardíaco, así como se registra una menor presión sanguínea y mayores niveles de concentración y aumento de la creatividad en las escuelas de madera.
Respecto a los profesores, se comprobó que las escuelas con buena infraestructura tienen, en promedio, 10% menos de ausentismo de docentes que en aquellas cuya estructura y entorno es deficiente.
CARBONO NEUTRALIDAD
Tan en boga hoy el concepto de “huella de carbono” y la necesidad de acción global para mitigar el cambio climático, promueve de por sí la construcción de escuelas de madera que capten carbono. El uso de la madera como sustituto de productos no renovables y de uso intensivo de energía es un aporte importante para promover cadenas de suministro que vayan reduciendo la huella de carbono y aporten a lograr la carbono neutralidad necesaria para evitar una tragedia climática y, al mismo tiempo, a una bioeconomía circular que colaboren a los objetivos de desarrollo sostenible. Los árboles son reconocidos ampliamente por su aporte a la mitigación del cambio climático, ya que se aceptan como el sistema basado en la naturaleza más eficiente para absorber CO2 de la atmósfera en su proceso de crecimiento. De hecho, se estima que un metro cúbico de madera contiene alrededor de una tonelada de CO2, que es similar al consumo de 350 litros de gasolina.
Siguiendo esta misma línea, “es vital el aporte que el uso de la madera realiza al sustituir productos no renovables y de uso intensivo de energía. La madera no solo tiene la capacidad de almacenar el CO2 en sus usos sólidos (construcción, muebles, pisos, etc.) sino que, además, ofrece alternativas para sustituir productos de origen fósil (combustibles, plásticos, químicos) y no renovables y de alto consumo de energía (cemento, minerales). Por otro lado, para su disposición final, es renovable y reciclable. Estas características no solo ayudan a la mitigación del cambio climático en toda la cadena productiva, sino, además, a una bioeconomía circular, y con ello, a opciones más sostenibles e inclusivas, dada la alta creación de empleo que genera, aportando al crecimiento y desarrollo económico” explica D aniel Lassalle, gerente de CADAMDA – La Cámara de la Madera.
La madera absorbe el dióxido de carbono a medida que crece y actúa como almacenamiento de carbono a lo largo de su ciclo de vida, es decir, durante décadas, incluso siglos. Construir con madera es una elección responsable y los efectos no sólo se ven en el edificio sino en toda la cadena de valor. Asimismo, es más liviana para su transporte, lo que reduce aún más el impacto ambiental de la construcción. Los elementos de madera prefabricados y listos para instalar reducen la cantidad de residuos generados en el lugar de la construcción, ya que no se entrega ningún material extra en el lugar.
UNA SOLUCIÓN PARA COLEGIOS
Los proyectos de construcción con madera ofrecen otra ventaja muy competitiva en cuanto al diseño flexible para el futuro. Incorporar madera al diseño también puede mejorar la longevidad y el valor general a largo plazo. En las últimas décadas, la calidad e ingeniería de la madera ha experimentado una revolución. Las técnicas de fabricación progresivas y los recubrimientos especializados están haciendo que la madera diseñada sea increíblemente duradera y rentable durante su ciclo de vida. Cada vez más se vuelve a evaluar como la primera opción moderna para aplicaciones estructurales, interiores y exteriores en proyectos de construcción pública. Además, aumentar la construcción pública de escuelas y todo tipo de proyectos que tengan a la madera como protagonista, colabora a las ciudades y muni cipios a alcanzar sus objetivos de neutralidad de carbono.
EL IMPACTO POSITIVO DE LA MADERA
Los espacios de enseñanza en madera pueden tener un impacto positivo en los estudiantes en comparación con las aulas tradicionales. Mejora de la salud y el bienestar en el entorno construido, los edificios de madera pueden dar como resultado ‘un mejor compromiso mental, estado de alerta, concentración, capacidad de respuesta fisiológica y psicológica’. “La madera puede ayudar a construir un entorno saludable y a brindar una sensación de bienestar mental. Los estudios nos confirman que el uso de la madera en la construcción, además de reducir el estrés, puede mejorar la atención y el enfoque, aumentar la creatividad, mejora la calidad del aire al moderar la humedad, lo que fomenta una respiración más fácil y reduce de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. La madera proviene de los árboles, es natural y un recurso renovable. Es uno de los materiales de construcción más antiguos utilizados por la humanidad y con las últimas tecnologías desarrollas es también uno de los más modernos porque se está comenzando a mostrar que estar rodeado de madera en el hogar, el trabajo o la escuela puede ayudar positivamente al cuerpo, el cerebro y al medio ambiente”, finaliza Lassalle.
ALGUNOS EJEMPLOS EN EL MUNDO – CADA VEZ SON MÁS
Realmente son muy numerosos los casos de escuelas primarias y secundarias, colegios, jardines, universidades y otros centros de estudios que optan por la madera como elemento constructivo fundamental. Los países nórdicos siempre lideran con sus innovadores proyectos, pero también Canadá, Estados Unidos, China y Japón, España y Francia – por nombrar algunos modelos – tienen destacada participación.
FINLANDIA – Una nueva escuela para 700 estudiantes está tomando forma en Kaarela, Helsinki. La escuela finlandesa-rusa es una de las escuelas de madera más grandes de Finlandia y está hecha de aproximadamente 1.000 m3 de madera laminada en cruz (CLT) y de madera laminada (LVL)
ESPAÑA – La escuela de madera más grande de España se ubica en la localidad tarraconense de Vila-Seca y tiene 3.500 metros cuadrados. “La Canaleta” está distribuida en cuatro espacios: primaria, secundaria, el comedor y el gimnasio, con una extensión total de 3.500 metros cuadrados.
INGLATERRA – Mellor Primary School es uno de los casos más notorios. Ubicada en bellísimo entorno arbolado en el borde del Peak District, la Escuela Primaria Mellor proporciona una serie de espacios de aprendizaje imaginativos interiores y exteriores que forjan nuevas conexiones entre sus alumnos y la naturaleza. El proyecto se construyó con materiales naturales y recuperados con baja energía incorporada y se beneficia de la eficiencia de los métodos modernos de construcción.
La pared del hábitat es la pieza central del diseño y la arquitecta que la construyó (Sarah Wigglesworth Architects) trabajó junto con los alumnos para crear compartimentos de revestimiento imaginativos y ecológicamente diversos para proporcionar hogares para pájaros, abejas, insectos y murciélagos, brindando oportunidades tangibles para aprender a través de una conexión genuina con el mundo natural. VIDEO: https://vimeo.com/303486551 (en inglés)
BRASIL – En la remota comunidad de Formoso do Araguaia – un municipio a unos 500 kilómetros al noroeste de la capital del país, Brasilia – se encuentra “Children Village”, un proyecto que le ha valido a sus creadores estar entre los finalistas del Premio Internacional del Instituto Real de Arquitectos Británicos (RIBA) en 2018, un premio bienal que honra a los mejores edificios nuevos del mundo. Children Village es una pieza de arquitectura comunitaria asombrosamente innovadora. Proporciona alojamiento a más de 500 estudiantes de secundaria y la estructura de dos pisos utiliza materiales de construcción locales para ofrecer una visión orgánica de la modernidad. De acuerdo con las tradiciones arquitectónicas locales, el diseño está, en su mayoría, libre de vidrio, cemento y aire acondicionado. Se destaca el uso de la madera de eucalipt o, entre otros materiales orgánicos, que se utilizó para las vigas estructurales, las escaleras y los soportes de los techos.
FRANCIA – La escuela Les Coteaux Fleuris en Heudebouville, en el valle del Sena, está unida al pueblo normando de Heudebouville. Incorpora los materiales utilizados en los edificios de su alrededor: la pizarra del campanario próximo y de las cubiertas del Ayuntamiento; y la madera de las casas y las construcciones agrícolas. En una parcela de 2 hectáreas, el conjunto de 1.612 metros cuadrados incluye seis aulas: tres dedicadas a educación infantil y otras tres para primaria. Los objetivos del proyecto fueron limitar el consumo de energía durante la construcción, incorporar un aislamiento que cumpla con los estándares actuales, instalar paneles solares, y limitar el uso de los materiales que emiten CO2, por lo que se utiliza la madera y la pizarra.
ESTADOS UNIDOS – Los 180 estudiantes de la Escuela Secundaria de Common Ground hacen mucho más que estudiar agricultura urbana y sostenibilidad. Viven esta experiencia todos los días en una Construcción en madera que, ahora mismo, es un modelo de lo que es una posibilidad muy factible en la construcción de escuelas verdes. El techo de diente de sierra proporciona una iluminación natural difusa en los espacios clave, permite la instalación sencilla de paneles fotovoltaicos en las laderas orientadas al sur y dirige el almacén a los jardines de lluvia circundantes.
Fuente: CADAMDA