
Suspendida en una pequeña colina se encuentra esta casa de campo en la isla Windows, en el archipiélago de Estocolmo, Suecia. La obra pertenece al estudio de arquitectura Max Holst Arkitektkontor, quienes interpretaron la solicitud de sus propietarios: Un refugio que se integre con el paisaje, que sea funcional, acogedor y que brinde todas las comodidades para la familia de cuatro integrantes.
El resultado se traduce en una espectacular casa construida totalmente en madera, ya sea en su exterior como en el interior, utilizando madera de pino nativo de la zona en las paredes, techos y suelos, así como el uso de muebles para rematar el diseño.
La casa descansa sobre una elevada roca natural, que la posiciona por encima de la quebrada para que los árboles circundantes se ubiquen a nivel de las ventanas, aprovechando de esta manera una bonita vista al bosque que la circunda. En el exterior todo el revestimiento es de madera tonalizada con un tono oscuro, que contrasta con una funcional terraza de madera al natural que conecta los ambientes principales del hogar y luego por un pequeño sendero, al cobertizo donde se guardan las herramientas y se apila la leña para el invierno.
En su interior posee un gran living y cocina comedor integrada, un baño con sauna, tres dormitorios (uno principal) y dos dormitorios para los niños están conectados a una práctica sala de juegos. El diseño incorpora grandes ventanas que ofrecen vistas soñadas hacia el bosque lindero de los cuatro lados de la casa.
«La paleta de materiales es simple, casi todo es madera, esencialmente enraizada en las tradiciones locales de construcción sueca», afirmaron los responsables del estudio Max Holst Arkitektkontor.