
El proyecto elegido fue del innovador arquitecto japonés Shigueru Ban que integra la fábrica de la marca de alta relojería suiza Omega, con el edificio sede de Swatch dos empresas que pertenecen a uno de los grandes grupos relojeros suizos. Esta imponente obra ya comenzó a construirse en la ciudad de Biel Suiza y sin dudas llevará el potencial de la madera un peldaño más arriba. La fecha probable de finalización de obra es a fines de 2015 y cuando ocurra será sin dudas un hito arquitectónico en la historia de la bella ciudad helvética.
“Estas empresas son representativas de un ícono industrial suizo como es la industria relojera de alta precisión. Aquí el diseño, la arquitectura y la manufactura se conjugan para producir piezas de gran exactitud que han estado inclusive en la Luna, por ello la propuesta debería estar a la altura de estas exigencias” anunciaba el arquitecto japonés Shigueru Ban al presentar su jugado proyecto.
Este desarrollo tiene como fin integrar las antiguas instalaciones de la compañía. El edificio central combinará las áreas funcionales de las dos marcas hermanas bajo un mismo techo; ligeramente elevado sobre pilares y también servirá como zona de encuentro para visitantes y peatones.
El arquitecto japonés decidió mantener parte de la edificación ya existente y considerada como una reliquia de la empresa Omega y de la ciudad de Biel. Dicha edificación funcionará como rótula intermedia entre el nuevo edificio de producción para Omega (en su costado Oeste) que cuenta con 5 plantas de oficinas y logística) y el edificio para la sede de Swatch (en su costado Este, en al antiguo emplazamiento de la guardería Wyss) el cual aloja, entre otros usos, espacios para la administración, marketing, ventas y departamentos de diseño. Este edificio prioritariamente alargado pretende ser una moderna construcción en madera que llegue a convertirse rápidamente en un hito para la ciudad.
Bajo su prolongación paramétrica encontraremos un campus ya consolidado, un centro de visitantes con salas de exposiciones y plazas públicas, y una ruta de senderismo junto al río.
Realmente se trata de un proyecto arquitectónico marcadamente paisajístico, donde la información y documentación que prima son las imágenes visuales, renders, y otros esquemas que acompañan a la propuesta del arquitecto japonés para la interpretación y reflexión sobre el nuevo espacio y su configuración urbanística. El propio edificio para la nueva sede de Swatch tiene un extremo curvo que configura la “Plaza Omega” de cara a la ciudad y al campus ya consolidado, y fomentando toda esa actividad juvenil de la ciudad. En cambio, el otro extremo modula la “Plaza Hayek”, un espacio con sombras y de cara al río, que cuenta con una gran estructura paramétrica de madera y que pretende ser un foco de actividad relacionada a la ribera del río con todo el conjunto verde.